Disponer de un buen muestrario de color es importante a la hora de trabajar. Rellena este muestrario para saber todos los colores que tienes y la tonalidad exacta que dan sobre el papel. Mini consejo: es importante que imprimas este muestrario sobre el papel que suelas usar, pues los colores se alteran dependiendo del papel sobre el que los apliques.
En el muestrario encontrarás:
- Una hoja con el muestrario general (distribuye sobre ella todos los colores ordenados por marca).
- Una hoja de tonos piel: distribuye sobre ella todos los tonos piel, sean de la marca que sean.
- Una hoja con tonos neutros: distribuye sobre ella los tonos neutros (grises, marrones, caquis, marfiles...).
- Una hoja para tus tonos favoritos: esos tonos imprescindibles que no puedes dejar de usar.
- Una hoja de colores a reponer: colores que se están gastando o que alguien te recomendó comprar (lleva esta hoja contigo cuando te vayas de compras).
- Una hoja muestrario de degradados: donde hacer degradados con un mismo color (de más intenso y hasta que se desvanezca).
- Una hoja muestrario de mezclas: en ella podrás ver cómo actúan unos colores con otros. La finalidad de esta hoja es encontrar colores nuevos que no tienes. Te recomiendo que, antes de rellenarla, uses otra hoja en blanco y hagas pruebas. Luego traslada las mezclas que más te gusten a al muestrario de mezclas. Puedes mezclar colores, marcas y técnicas (rotuladores con lápices de colores).
Estoy segura que con estas hojas vas a trabajar muchísimo mejor y les vas a sacar más partido a tus ilustraciones. Imprime las hojas cuantas veces lo necesites y, sobretodo, tenlas siempre a mano.